El sensor de vaso o taza constituye una característica esencial en sistemas de dispensación, ya que su función principal radica en la detección de un recipiente ubicado en la máquina antes de dispensar la bebida. Esta tecnología evita de manera efectiva la dispensación involuntaria, contribuyendo significativamente a minimizar el riesgo de derrames innecesarios. Gracias a este mecanismo de detección, se logra reducir el desperdicio de líquidos, asegurando así que la zona de servicio permanezca impecable, ordenada y limpia. Este enfoque no solo promueve la eficiencia en la dispensación, sino que también optimiza la experiencia del usuario al garantizar un entorno limpio.
El sensor de tamaño de taza I-Detect ofrece la ventaja de preseleccionar automáticamente el tipo de bebida o el volumen apropiado según la taza utilizada. Esta característica minimiza el riesgo de rebasado y desperdicio innecesario optimizando la utilización de recursos. Además, podemos aprovechar el sensor de tamaño de vaso para implementar un modelo de precios basado en los tipos de vasos utilizados, lo que garantiza una facturación precisa y promueve la rentabilidad.